

Cuando pensamos en una manzana siempre la vemos como un postre, una tarta, una guarnición o una compota o mermelada, pero también puede ser un entrante o mezze (plato pequeño antes de una comida principal). Esta sorprendente receta es sana, equilibrada y con un punto “punch” para sorprender en casa o a tus invitados, ya que además de muy fácil es sobretodo sana y ligera. Las manzanas dejan de ser aburridas o un mero acompañamiento, además puedes encontrarlas todo el año, en este caso he optado por unas Granny Smith que aportan ese sabor ácido que nos preparará el paladar para el plato principal. Los rábanos y el hinojo terminarán de darle el toque más que refrescante. Sólo tiene la dificultad de la mandolina y que hay que servirlo inmediatamente, porque aunque usemos el limón como un antioxidante de la manzana, tiene fecha de caducidad.
Ingredientes
Para la salsa:
Pasos
Cortar los hinojos, los rábanos y las manzanas con una mandolina a lonchas muy finas.
En un bol, mezclar aceite de oliva y el zumo de limón y sumergir las lonchas.
En un plato montar las milhojas alternando una capa de hinojos y una de manzana con los rábanos.
Hacer la salsa de yogur y aliñar, decorar con germinados.
Para la salsa de yogur:
Mezclar el yogur en un bol con el ajo picado. Agregar el zumo de limón, sal, pimienta y el aceite de oliva.
Picar las hojas de menta fresca y mezclar bien.