

Este plato bien puede ser un estupendo entrante o si lo preferís una perfecta guarnición, en este caso yo lo preparo como entrante, veréis que quedan crujientes, sabrosos y con ese toque “crunchy” que le dan las almendras en láminas. Rematamos con el eneldo y las alcaparras, cuanto sabor en un plato tan sencillo.
Ingredientes
Pasos
1. Precalienta el horno a 200º con el ventilador en marcha.
2. Dispón los espárragos en una fuente para hornear forrada con papel vegetal, lo más espaciados posible, y alíñalos con aceite sal y bastante pimienta. Hornea ente 10 y 12 minutos (el tiempo dependerá de lo gruesos que sean los espárragos) hasta que estén tiernos y empiecen a estar tostados. Pásalos a una fuente de servir y reserva.
3. En una sartén pequeña, calienta la mantequilla a fuego medio-alto. Cuando se haya derretido añade las almendras y saltea unos minutos removiendo a menudo hasta que se doren. Esparce las almendras y la mantequilla sobre los espárragos.
4. Pon ahora aceite en una sartén a fuego vivo. Cuando esté caliente, añade las alcaparras y saltea durante 2 minutos removiendo sin parar hasta que se abran y se tuesten. Saca las alcaparras y repáratelas sobre los espárragos junto con el eneldo.
Sirve los espárragos tibios y buen provecho!
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